jueves, 26 de noviembre de 2009

Ya sin fiebre, miro por la ventana:
la niebla cubre la calle;
pronto amanecerá.
Nos vamos haciendo viejos
y la feroz ternura
con que amarramos nuestras bocas al aquí mismo,
ahora mismo,
nos hace, además, cómplices de amor.

Nos vamos haciendo
a tantas idas y venidas,
al sabor de lo eternamente efímero
de la felicidad y de la ausencia.

Nos vamos
y me dices:
«Aunque te vayas (la próxima vez será la definitiva, lo presiento),
ya no te echaré de menos porque ahora sé que nunca te irás de mí»
y yo digo que así es.

«Nos»,
y este plural
estalla en la boca como una estrella.
Algunos troncos de leña huelen dulce al quemarse
y otros desprenden un humo tan acre
que tengo que cambiarme de camisa
y lavarme el pelo.

Casa Soronells

Dentro del bosque,
la casa de piedra.
Tan silenciosa
que en la noche se oye una banda
de violines, tambores y cornetas
tocando en el otro extremo del mundo
(o del tiempo)
música de boda.

(Para Francesc y Mila, anfitriones)
Anochece
y el cielo, con todos sus colores,
se va haciendo cada vez más grande,
hasta devorar el sol,
todas las nubes,
el horizonte,
la carretera,
el coche;
hasta devorarme a mí.

Para Jesús Miramón, que también fue testigo

martes, 24 de noviembre de 2009

domingo, 22 de noviembre de 2009

“I don’t want it; I don’t need it” (Dzigar Kongtrül Rinpoche)

There is a story of a destitute beggar who had an experience of freedom from his own desperation. He lived in India during the time of the Buddha. The Buddha saw him in the street and could see that he had been reborn in a deprived state of poverty five hundred times over. The Buddha told this man that he would give him a bag of gold if he could say, “I don’t want it; I don’t need it”, three times. The beggar —so bereft of merit— had difficulty forcing out the words. But with the encouragement of the Buddha’s attendant Ananda, he finally choked them out, “I don’t want it; I don’t need it.” It was excruciatingly difficult. But he did it and received the bag of coins. This was the Buddha’s kind ploy to help the beggar cultivate a seed of contentment and positivity in his own mind.
I have always found this story particularly touching. So one year when I went to India to make offerings, I decided to try it myself. I had a bag of coins and I came across a beggar in Bodh Gaya, just like the one in the story. I told him I would offer him the bag of coins if only he could say, “I don’t want it; I don’t need it”, three times. It was painful to watch him so conflicted and unable to respond. I thought he would miss the opportunity entirely. After a while, some Indian boys gathered around and shopkeepers came out of their shops. I knew many of them, and so they trusted me and began encouraging him. Soon they all cheered together, “Just say it! Say it!” People walking by joined in. Finally, at some point, he did it. And each time he repeated the words, I could literally see his whole presence and demeanour shift from a state of impoverishment to a state of recognition —a recognition of some inner strength and richness, or merit, that seemed to emerge from deep within. In the end, he accepted the coins in a dignified and noble way.

From “Seed of Contentment”, in chapter 4 (Invisible Strings. A Case against Attachment) of Light Comes Through. Buddhist Teachings on Awakening to Our Natural Intelligence, by Dzigar Kongtrül (Shambhala Publications, Inc., 2008).

martes, 3 de noviembre de 2009

Gratitud

De pronto he comprendido: las casas
son como los corazones de quienes las habitan.

En algunas siempre somos bienvenidos,
en otras nunca hay sitio para nadie

(no depende del espacio,
sino de su distribución).

miércoles, 28 de octubre de 2009

Parque del Retiro

You might ask, for example, why someone takes a shower. You shower because you feel dirty. You aren't inspired purely because you have clean clothes in your closet. We might say that the basic goodness is like the clean clothes in your wardrobe. It's great to know they are there, but it's not always enough motivation to get you to shower. The dirt is what really makes you want to clean up.
Chögyam Trungpa Rinpoché, Smile at Fear: Awakening the True Heart of Bravery

En nuestro lugar de origen, el apego hacia familiares y amigos fluye como agua,
el odio hacia los enemigos nos consume como fuego
y la oscuridad de la ignorancia, que nos hace olvidar qué hacer y qué evitar, se acrecienta.

Abandonar la tierra natal es la práctica de los bodhisattvas.
Guielse Thogme, Las treinta y siete prácticas de los bodhisattvas (traducción Mª. Jesús Hervás, Grupo Padmakara)


El sol calienta pidiendo permiso
desde su pequeña altura (es otoño).

[Para abandonar la tierra natal primero hay que tenerla bajo los pies.
Para alzar el vuelo
es imprescindible mirar antes las nubes desde abajo.]

Frente al Palacio de Cristal
el agua cubre los árboles rojos hasta las rodillas.
Me pregunto si el cisne negro
es el mismo que el de mi infancia.
Ya no hay que saltar de losa en losa
para atravesar la gruta
(pero el suelo sigue cubierto de limo).

[Para sentir el viento en la cara
hay que dejar primero que la mojen las lágrimas por la partida.]

Nostalgia por la tierra que dejo atrás,
nostalgia por la inmensidad del cielo.

lunes, 26 de octubre de 2009

Invitado: Rainer María Rilke (traducción de Paco G. Cueto)

Señor: es tiempo ya. El verano fue grande.
Sobre los relojes de sol posa tu sombra
y desata los vientos sobre las llanuras.

Ordena que maduren los últimos frutos,
concédeles aún dos cálidos días,
empújalos a su sazón, procura
al vino áspero su última dulzura.

El que no tiene casa ya no habrá de alzarla.
El que ahora está solo, solo seguirá por largo tiempo,
largamente velando, leyendo, escribiendo cartas,
y aquí y allá caminará inquieto
por las avenidas donde se arremolinan las hojas.

viernes, 9 de octubre de 2009

Yo soy el feliz marinero
que llega a veces a tu puerto
a saciar su sed de agua dulce

y luego vuelve a la mar.

domingo, 4 de octubre de 2009

Otoño en Madrid

Me detengo y veo las hojas de los plátanos
que caen despacio,
doradas,
de dos en dos,
de tres en tres,
sobre el asfalto de la plaza.

Y a dos palomas que alzan el vuelo.

domingo, 27 de septiembre de 2009

Tiendo la colada y me sorprendo bailando
con la música de la radio.
«Ahora sí. Ahora sí que estoy en casa»,
pienso.
Huele a suavizante,
giro sobre mí misma.
Como pistachos y me acuerdo de mi madre,
de la mesa del comedor,
de las tardes de invierno.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Zapatero a tus zapatos

Hago una pausa en mi labor.

«No soy responsable de tus sentimientos,
ni de tus emociones,
ni de tus palabras,
ni de tus actos»,
pienso con tristeza
(me hago responsable de mi tristeza).

Me miro las manos, miro mi taller
y vuelvo a mis zapatos

sábado, 19 de septiembre de 2009

Tengo hermanas

Para Chryssoula, Michelle, Bärbel, Maghi

Como quien, después de tanto tiempo sin vernos
—«hola no te acerques estoy acatarrada»
le he dicho,
«me da igual», ha respondido ella—
me abraza con alegría.

O quien me recibe después de un largo viaje
y me ofrece todo lo que tiene
para cenar
y palabras sabias.

O quien, sin conocerme, pregunta, escucha
y cuenta
para terminar riéndonos, tarde en la noche, a carcajadas,
de nosotras mismas —y de los hombres,
por supuesto—.

O aquella con quien he cruzado un puente de piedra
—sin retorno—,
sirve té verde y comparte
su comida y confidencias
hasta que ambas estamos mareadas de tanto hablar.

Tengo suerte,
tengo hermanas.


Velo toda la noche
escuchando,
viendo.

Escribiendo.

Y deseando a veces
desconocer lo que sé
—pero no hay marcha atrás—.
Si eres buen actor podrás engañar a los demás,
si no eres buen actor sólo te engañarás a ti mismo.
Y si ni siquiera te engañas a ti mismo,
sólo engañarás al diablo.
(de
La linterna roja, guión de Ni Zhen)

Y es tan triste verte engañando al diablo,
pobre diablo.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Solo quedan mariposas amarillas en el jardín,
el resto se las ha llevado el viento
—se han marchado con viento fresco,
literalmente—.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Madrid de madrugada

Llego a casa en un taxi en el que sonaba una guitarra eléctrica por la radio
y escucho la música barroca de guitarra que me has mandado
mientras yo venía
—feliz y libre, después de tantos días—
en el taxi escuchando la guitarra eléctrica.

martes, 11 de agosto de 2009

Señales

Suele haber ciertas señales:
percibir el hedor bajo el perfume,
ver el mar boca abajo
son algunas de ellas.

No darse cuenta de que todo el dolor
es dolor autoinfligido
—que podíamos habernos marchado
en aquel momento en vez de esperar
a que el daño echara raíces;
que podíamos haber acogido el daño como un regalo y no fuimos capaces—
es otra.

Pero la señal definitiva suele ser
—la experiencia lo dice—
dejar de verse hermosa,
descubrir que el espejo, aunque dorado, está definitivamente sucio.

Ese es un día perfecto para despedirse.

Y si no lo hicimos (por pura cobardía)
y seguimos intentando creer en la apariencia
(aunque quizá, pienso ahora, fuera simplemente
incredulidad, asombro),
y la bomba explota bajo la almohada
rompiendo en pedazos el espejo

qué alivio las plumas en el aire, tan blancas, tan livianas,
y ver, en nuestro propio espejo,
que todo era mentira,
que nuestra belleza sigue intacta.

lunes, 10 de agosto de 2009

Como tantas otras veces,
me quedo con los ojos abiertos hasta tarde:
me muero de sueño y no quiero dormirme,
no me gusta nada lo que me espera mañana.

Al final me duermo de puro cansancio
(no hay ángeles esta madrugada que me consuelen)
pensando en que mañana debe llegar y pasar
para que llegue otro mañana que pasará también
hasta que llegue otro mañana.

sábado, 1 de agosto de 2009

Tormenta

Las carcajadas de la niña en la casa,
como si le hicieran cosquillas los relámpagos en el cielo.

Bienvenida

Un hombre bien vestido
—vestido para la ocasión, como
suele decirse—.
Limpio,
con la sonrisa recién afeitada,
ofrece fresas a los que llegamos.

viernes, 17 de julio de 2009

Autovía mudéjar

Paso por encima de viaductos con nombres de ingenieros,
de la línea de ferrocarril Valencia-Teruel,
de algún que otro río.

Y por debajo de las nubes
(que no tienen nombre).

Sin expectativas

O casi.

Asumo la responsabilidad de mis sentimientos,
lo firmo
y lo rubrico.

Sin expectativas
o casi.

Con ganas de volver a verte.

Las estrategias

Por un lado
las estrategias
infantiles: aguanta la respiración,
cuenta hasta diez,
mira hacia otro lado,
que no parezca que.

Que no parezca que.

Menos mal que al otro lado
del teléfono estás tú
con tu risa de aviones y pistachos

(me iré, te lo prometo,
el día que tengas miedo de lo que piensen los demás).

jueves, 16 de julio de 2009

Invitada: Abbey Lincoln


Tíralo

Pienso en la vida que vivo,
una figura de arcilla,
y pienso en las cosas que perdí,
las cosas que regalé.

Y cuando estoy de cierto humor,
registro la casa y miro.
Una noche encontré estas palabras mágicas
en un libro mágico:

Tíralo,
tíralo.
Da tu amor, vive tu vida
todos y cada uno de los días.

Y mantén la mano abierta de par en par,
deja que el sol brille a través de ella,
porque nunca puedes perder algo
que te pertenece.

Hay manos que mecen la cuna
y manos que nos ayudan a levantarnos
con un movimiento suave
mientras se mueven por la tierra.

Y las manos abiertas
traen regalos de vida y amor,
así que mantén la mano abierta de par en par
si necesitas algo.

(La letra en inglés y el vídeo. La traducción al castellano es mía.)

(Gracias, Joaquín)

martes, 14 de julio de 2009

Buenas noches

Gitano guapo:
que sean frescas
y huelan a lluvia,
como las mías.

Gitano bueno:
que las estrellas
te traigan grillos
y alegría.

Gitano, ¡qué lejos
estás!

Que la pena
no se arrime
a tu buhardilla.

martes, 7 de julio de 2009

La ropa está tendida al viento de la luna llena.

La alfombra tiene todos los tonos del rojo
y el albornoz, los colores del arco iris.

Ondean limpios,
sin huellas
ni olores ajenos.

Metamorfosis

El camarero niño desaliñado que nos atendió a mediodía
viste una camisa blanca al atardecer.

Parece menos tímido,
incluso seguro de sí mismo,
mientras habla por el móvil.

jueves, 2 de julio de 2009

Me preguntas cómo es posible que sea feliz
a la intemperie.
La respuesta es que ya estaba a la intemperie
cuando creía estar a cubierto
y no era feliz.

Es tan hermoso el cielo estrellado.

viernes, 26 de junio de 2009

Noche de San Juan

Me he sentido vendida, como las esclavas
y las prostitutas.

Rompo lazos, ahogo papeles en un vaso de agua
la noche de San Juan.

No es fuego lo que necesito (no ahora).

Me lavo el corazón.

Mañana de piel

Siento el sol,
el viento,
las nubes
en toda sus gradaciones
en la piel,
con los ojos cerrados.

domingo, 21 de junio de 2009

Solsticio de verano

Emprendemos viaje
(es la noche más corta del año
y ni siquiera lo sabemos).

El viento barre el atardecer y trae la noche,
los molinos parpadean como estrellas.

Dentro del coche hay risas,
maletas,
cigarrillos,
dolor de espalda,
cocacolas,
conversaciones,
teléfonos móviles que suenan
de vez en cuando,
chocolate.

Y tantas, tantas bendiciones.

viernes, 19 de junio de 2009

Atardecer dorado y turquesa
(se aproxima la lluvia).

jueves, 18 de junio de 2009

No es la casa,
ni la montaña,
ni el camino.

Es el timbre de una voz,
el abrazo,
la conversación

lo que me devuelve a casa.

Lo que hará que la lleve conmigo la próxima vez que me marche
(tan pronto ya).
¿Hay algo más hermoso que el reencuentro con lo que se ama?

miércoles, 17 de junio de 2009

Amigo

Me mandas Paraules d'amor
(fuera atardece,
yo clasifico papeles del banco).

El piano de Tete Montoliu dice
palabras de amor (sencillas y tiernas),
yo sonrío mientras hago montoncitos de papeles.

Fuera atardece.
Ordenar la mesa, preparar mis viajes,
sentarme en el jardín a mirar a la gata,
planchar la colada,
visitar a las amigas —tanto tiempo sin vernos—,
intercambiar novedades, enhorabuenas,
abrazos y risas.

La vida
se ordena sola si la dejas.

domingo, 14 de junio de 2009

Días largos y soleados
de pereza.

Largas tardes de meditación
(un vecino quema rastrojos).

Noches largas de grillos
y Bill Evans.
Corro escaleras arriba y olvido
lo que he ido a buscar.

El desconcierto me hace reír.

Dueña y señora de mis días
y de mis noches.

sábado, 13 de junio de 2009

Hago la cena,
cenamos y hablamos tranquilamente.
Llueve afuera
tranquilamente.

viernes, 12 de junio de 2009

Junio en casa

Los jazmines perfuman mi calle y los ruiseñores
cantan toda la noche.
Estoy en casa.

lunes, 16 de marzo de 2009

Primavera en Boudha

Esta noche,
entre el olor de la basura y el polvo,
a través del pañuelo con el que me cubría la cara,
me ha llegado el aroma de los jazmines.

sábado, 14 de marzo de 2009

Apago la luz para que la mariposa
deje de golpearse contra mi ventana.

martes, 10 de marzo de 2009

Pokhara

Al atardecer
sobre el lago pasan
bandadas de pañuelos blancos
De entre todos los perros que ladran en la noche
hay uno que está muerto.

Lo sé porque su ladrido resuena desde el interior de una bóveda.

viernes, 6 de marzo de 2009

Vídeo, por fin

De la presentación de La mirada oblicua, el pasado 13 de noviembre. Gracias a Rafael, Pack y Benja.

sábado, 14 de febrero de 2009

Fotos, por fin

(Por si no habéis mirado a la derecha, en los enlaces. De momento, una serie sobre el monasterio de Pullahari y otra sobre Bhaktapur.)

miércoles, 11 de febrero de 2009

Últimas pelis que he visto

Nick and Norah's Infinite Playlist
Good Dick
Whale Rider

Perro que llora en Bhaktapur

Perro negro
sobre sus cuatro patas,
la cara vuelta hacia el muro.

Inmóvil
(sólo ese temblor, casi imperceptible,
en las costillas).

Parece que está llorando
en silencio.

martes, 10 de febrero de 2009

En Bhaktapur

Pues eso, en Bhaktapur, de turistas, hasta mañana... En la Bhagdaon (el nombre de la ciudad en bengalí) Guest House.

domingo, 8 de febrero de 2009

Ángel diciendo obviedades

Vino un ángel y me dijo:
«Estás muriéndote de sueño pero no puedes dormir.»

La noche es fresca: huele a árboles oscuros
(la luna no ha salido aún).

«Hace frío pero, envuelta en la manta,
sientes el calor de tu propio cuerpo
—me dijo el ángel—.
Nada va bien,
pero todo está bien.

Todo está bien.»

Greguerías visuales

Nimias cosas mínimas. Gracias a Dani.

martes, 3 de febrero de 2009

Belén Reyes

Una tarde rara (fría, de niebla), una entrada de octubre de un blog al que llegué gracias a Enrique y que hacía meses que no visitaba y, ¡zas!, una poeta me deslumbra.

Con todos vosotros, Belén Reyes:

Debería existir algún seguro
igual que los de vida, o los del coche,
o los de a todo riesgo.

Debería haber:
seguro de que llama,
seguro de que siente,
seguro de que me ama,
seguro de que vuelve.

(¿Sería un poco raro asegurar
sus manos en mi pecho,
sus ojos en mis ojos,
su voz en mi silencio?)

Si Dios es abogado
¡y el mejor!
Si tiene miles de oficinas en el cielo,
no sé cómo no se pone
y cualquier día
se lía a hacer seguros.
¡Fuera el miedo!

El miedo a un siniestro total
si nos chocamos,
el miedo a que se queme nuestro pecho,
el miedo a que nos roben la esperanza,
el miedo a tener miedo.

El miedo a una riada de tristeza,
el miedo a que se muera un sentimiento,
el miedo a que te den un golpe bajo,
el miedo a que te timen con un beso.

(¿Sería un poco raro asegurar
una muerte digna,
un manantial de amor,
una galería de recuerdos?)

Debería haber algún seguro
que cubriera todos estos riesgos.

domingo, 1 de febrero de 2009

Leyendas urbanas

Es mentira que los gallos canten al amanecer: cantan todo el día. Aquí en Katmandú, y también en Ávila y en Asturias y en Valencia.

domingo, 25 de enero de 2009

Paisaje nocturno

Me gusta salir después de la cena a la terraza: En la oscuridad, detrás de mí, oigo a los monjes ensayando con los instrumentos rituales: trompetas, platillos, bombos. Delante, en alguna de las aldeas que hay a mis pies, una trompeta y un tambor tocan música festiva. Ladran los perros. El brillo de las luces naranjas y blancas de las casas, repartidas por el valle y las laderas de las colinas (se alternan las de la franja más próxima al monasterio y las que están más lejos, dependiendo de los cortes de luz), compiten con el de las estrellas en el cielo (¡y ganan por goleada!). Los niños deben de estar durmiendo, porque no se oyen sus voces ni sus risas. También los monjes niños: hace ya media hora que ha terminado el ritual de la noche. Los empleados de las oficinas del monasterio que viven en la planta baja hacen la colada.

lunes, 19 de enero de 2009

A veces, a la hora del recreo, también hay monjes niños subidos a los árboles.

martes, 13 de enero de 2009

Estación seca

Niebla al amanecer,
calor a mediodía,
niebla a la noche.
Y todo, absolutamente todo, cubierto de polvo.

Dos días de vacaciones

El viernes y el sábado pasados estuvimos en el Gokarna Forest Resort: ¡vacaciones! Entre otras cosas, vimos cinco pelis (en deuvedé, claro): Everything is Illuminated (hermosísima historia, personajes tiernos y estrambóticos), Vicky Cristina Barcelona (pse… nos reímos y eso, pero), Slumdog Millionaire (extraordinaria, tiernísima… y muy bien contada), Brick Lane (algo lenta; acabamos viéndola en diagonal) y In Search of a Midnight Kiss (¡in-dis-pen-sa-ble! Os encantará si os gustaron C.R.A.Z.Y. y Once (por ejemplo) y sois fans de Richard Linklater, director de Before Sunrise, Before Sunset, Fast Food Nation y Waking Life, entre otras).

lunes, 12 de enero de 2009

Problema matemático (16 horas sin suministro eléctrico al día desde ayer)



Pie de foto: En rojo, las horas sin electricidad en Pullahari (donde vivimos). A lápiz, las horas sin electricidad en Boudhanat (donde tiene sus servidores el proveedor de Internet). A lápiz, la hora (peninsular) española.

Teniendo en cuenta que: 1) En el Nido de la Perdiz (en lo sucesivo y para abreviar, NP; otro día contaré por qué bautizamos así nuestra casa) tenemos una batería y un UPS que nos garantiza 5 horas de electricidad (sólo para lo más importante: los dos ordenadores portátiles). 2) Tenemos sendas baterías extras para los portátiles (es decir, cada portátil tiene unas 6 horas de autonomía). Y hay que cargarlas cuando hay luz, para no usar innecesariamente la batería (la de la casa). 3) El depósito de agua caliente del NP es eléctrico y tarda una media hora en calentar agua para la ducha (tendrá unos 20 litros de capacidad: suficiente para una ducha y media). 4) Hay una lámpara con batería recargable que usamos cuando no hay luz (y cargamos cuando sí hay). 5) Tenemos una kettle eléctrica para hacernos tés y cafés (y un termo). 6) El monasterio provee 2 horas de luz extra gracias a un generador de gasoil (y tiene un sistema de backup las 24 horas para los routers). 7) El proveedor de Internet se ha encontrado con que su sistema de backup no es suficiente para garantizar el funcionamiento de sus servidores cuando no hay suministro eléctrico en Boudhanat.

Calcular si algún día a la semana podremos conectarnos a Internet y tomar un té al mismo tiempo.

Notas: En el NP no tendremos Internet hasta la semana que viene. Y no tengo tiempo para explicar cómo estoy conectándome ahora: se me acaba el tiempo de conexión. Mañana exploraremos la posibilidad de usar un módem usb y una conexión de datos por móvil. Besos.