jueves, 26 de noviembre de 2009

Anochece
y el cielo, con todos sus colores,
se va haciendo cada vez más grande,
hasta devorar el sol,
todas las nubes,
el horizonte,
la carretera,
el coche;
hasta devorarme a mí.

Para Jesús Miramón, que también fue testigo

1 comentario:

  1. Muchísimas gracias, Berna, por la dedicatoria y por todos los poemas, no sólo este. Son preciosos.

    Un beso.

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