No es la casa,
ni la montaña,
ni el camino.
Es el timbre de una voz,
el abrazo,
la conversación
lo que me devuelve a casa.
Lo que hará que la lleve conmigo la próxima vez que me marche
(tan pronto ya).
jueves, 18 de junio de 2009
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tu blog... me devuelve a tí.
ResponderEliminartú me devuelves tu presencia y amistad...
gracias y bienvenida
vieja amiga
(que no al revés! ;-))
besitos
Roberto
¡Rober! He preguntado por ti, te he echado de menos estos días... Ya estoy de vuelta en mí misma :-) Nos vemos pronto (aunque ya nos estamos viendo aquí, qué bien). Más besos.
ResponderEliminarQué bonito Berna... es que parece como si instintivamente el cursor me llevara al post adecuado para la ocasión, aunque pase días sin poder leerte cuando encuentro un momento, siempre me sorprendes. Gracias
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