Como tantas otras veces,
me quedo con los ojos abiertos hasta tarde:
me muero de sueño y no quiero dormirme,
no me gusta nada lo que me espera mañana.
Al final me duermo de puro cansancio
(no hay ángeles esta madrugada que me consuelen)
pensando en que mañana debe llegar y pasar
para que llegue otro mañana que pasará también
hasta que llegue otro mañana.
lunes, 10 de agosto de 2009
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Bienvenida sea cada mañana
ResponderEliminarY cada noche
ResponderEliminarPaciencia
ResponderEliminarPaciencia en el amor
Paciencia en el desamor
Paciencia en el surgir de la ira
Paciencia en el gozo
Paciencia en el ansia
Paciencia en el adios
Paciencia en el encuentro
Paciencia en la escucha
Paciencia en el dolor propio y ajeno
Paciencia incluso en la tierra prometida de la confianza otorgada
Paciencia en el abismo del desengaño
Paciencia despierta que deviene dorada y radiante
Paciencia sin objeto
Para dormir con los ángeles
Duerme en paz mi bien
lo de la tierra prometida de la confianza otorgada no lo he entendido, anónimo...
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