Me detengo y veo las hojas de los plátanos
que caen despacio,
doradas,
de dos en dos,
de tres en tres,
sobre el asfalto de la plaza.
Y a dos palomas que alzan el vuelo.
domingo, 4 de octubre de 2009
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¿Por qué los toros se mueren por la lluvia?
Cuenta Cristina Pabón:
En la radio del coche, el locutor dijo: «A la muerte del tercer toro, por causa de la lluvia se suspendió la corrida.»
Cuando llegaron a casa, Ana estaba pensativa:
–Papá, sigo sin entenderlo: ¿por qué los toros se mueren por la lluvia?
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ResponderEliminarMadrid te echa de menos como tú a él :-)
ResponderEliminareso es lo que tenemos que hacer más a menudo, detenernos. Nos vemos la próxima vez, seguro.
ResponderEliminarUNA lluvia dorada respira el incienso
ResponderEliminardel tiempo,
silenciosa, arde el aire;
el fulgor es un pálpito para los ojos abiertos.
La resaca deja las hojas dormidas,
con los colores del fuego.
Un abrazo Berna.
Y mi sombra...
ResponderEliminaracaricia el viento,
como esa hoja
( desprendida, libre )
que baila el aire
en sonámbulo despertar,
bajo los plátanos de octubre.
Un saludo Berna, me ha gustado mucho tu poema.