Hago una pausa en mi labor.
«No soy responsable de tus sentimientos,
ni de tus emociones,
ni de tus palabras,
ni de tus actos»,
pienso con tristeza
(me hago responsable de mi tristeza).
Me miro las manos, miro mi taller
y vuelvo a mis zapatos
miércoles, 23 de septiembre de 2009
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Lo tengo en mis manos. Lo abrazo y salto, salto; siempre salto cuando estoy muy contenta. Lo miro, lo vuelvo a abrazar.
ResponderEliminarAgarro el telèfono y le envìo un mensaje a una amiga: "tengo el segundo libro de Berna. Estoy feliz, feliz!. Te mando un abrazo compartido (al libro no lo largo ni loca!), porque sòlo vos podès entender esta alegrìa"
Y todo eso no hubiera existido (en mi, en mi vida, en el mundo) sin tu mirada, con todo lo que eso implica.
GRACIAS
caray, Naty, no sé qué decirte... Me emociona tu emoción y... bueno, te doy las gracias por ella y por compartirla. Un abrazo grande.
ResponderEliminarY sólo controlo mis pasos,
ResponderEliminarcon zapatos o sin ellos.
Hacemos caminos parecidos
y distintos,
la intersección de dos círculos
que no siempre están unidos.
¿Qué importa más, la pausa o el trabajo?
ResponderEliminarPodría ser un haiku de 9 líneas