Tu ternura al alcance de mi cuerpo
toda la noche.
Fue raro
encontrarte tan cerca
(en todos los sentidos,
con todos los sentidos).
Más raro aún
que ahora no tenga miedo.
Y tan hermoso.
¿Por qué los toros se mueren por la lluvia?
Cuenta Cristina Pabón:
En la radio del coche, el locutor dijo: «A la muerte del tercer toro, por causa de la lluvia se suspendió la corrida.»
Cuando llegaron a casa, Ana estaba pensativa:
–Papá, sigo sin entenderlo: ¿por qué los toros se mueren por la lluvia?
Da gusto leer nuevas poesías suyas. Muchas gracias por compartirlas con todos nosotros.
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ResponderEliminarBien! Podremos seguir leyéndote, bravo!
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegro mucho de seguirte en este nuevo blog.
ResponderEliminarPrecioso este ùltimo poema!